Vivimos en un mundo en el que los datos fluyen a través de las fronteras con facilidad y en el que mantener la soberanía de los datos se ha convertido en un imperativo estratégico para empresas de todos los tamaños. Comprender la relación de la soberanía de datos con la localización y la residencia de datos permite a las organizaciones tomar decisiones informadas sobre sus prácticas de administración de datos, lo que en última instancia fomenta la confianza entre las partes interesadas.
Defender el principio de que los datos recopilados están sujetos a las leyes y estructuras de gobernanza de una nación plantea un particular conjunto de desafíos y responsabilidades. A medida que las fronteras digitales se vuelven cada vez más complejas, las organizaciones deben manejarse por una intrincada red de regulaciones internacionales y leyes de cumplimiento normativo para cerciorarse de que gestionan sus datos de acuerdo con las expectativas legales. Eso puede significar cumplir simultáneamente con el RGPD de la UE, las leyes CLOUD y Patriot de los Estados Unidos, y la Ley de Protección de Datos del Reino Unido de 2018.
Las regulaciones de cada país requieren una atención estricta a cómo se almacenan, procesan y transmiten los datos a través de las fronteras. Para garantizar la soberanía de los datos, las empresas deben implementar prácticas estables de administración de datos que cumplan con diversas regulaciones y protejan la información confidencial del acceso no autorizado y las filtraciones. Las organizaciones que priorizan la soberanía de los datos están mejor equipadas para proteger contra los riesgos legales, mejorar su seguridad operativa y generar confianza con sus clientes.
La soberanía de datos es el concepto según el cual:
Esto significa que las organizaciones deben gestionar sus datos de acuerdo con las normativas locales de los territorios donde residen los datos. El cumplimiento de la soberanía de datos es especialmente importante para las organizaciones que operan en varios países, ya que los requisitos legales para el tratamiento de datos pueden variar significativamente de un país a otro. Al asegurarse que sus datos se almacenen y procesen de acuerdo con diversas políticas y regulaciones, las empresas pueden protegerse mejor de posibles filtraciones de datos y, al mismo tiempo, minimizar los riesgos legales, financieros y de cumplimiento normativo. También genera confianza en las partes interesadas, lo que brinda la seguridad de que los datos se manejen de manera responsable y ética.
La soberanía de los datos está estrechamente relacionada con la localización y la residencia de los datos, que en conjunto respaldan la aplicación del concepto.
La relación entrelazada de los tres conceptos forma un marco complejo por el que las organizaciones deben navegar para garantizar el cumplimiento y, al mismo tiempo, mantener la eficiencia y la protección de los datos. Al comprender y adherir a los principios de soberanía de datos, las compañías se cercioran de que sus datos estén localizados y almacenados en jurisdicciones con leyes y regulaciones de protección de datos favorables, lo que mejora su postura general de seguridad y privacidad de datos.
La soberanía de los datos agrega una capa adicional de complejidad a la política de seguridad de datos de una organización. Garantizar que los datos se almacenen y protejan de acuerdo con los estrictos requisitos locales es fundamental y, por lo general, incluye procesos como:
Estas y otras medidas ayudan a las empresas a lograr el cumplimiento y fortalecer su postura de seguridad general, para asegurar la resiliencia frente a las repercusiones legales y las ciberamenazas.
Las organizaciones que operan en varios países deben comprender y cumplir con las leyes de protección de datos de cada jurisdicción, que pueden diferir ampliamente y cambiar con frecuencia, lo que aumenta el riesgo de incumplimiento. Mantener el control de los datos mientras se cumple con los distintos marcos regulatorios presenta varios obstáculos críticos:
Para hacer frente a estos y otros desafíos, las organizaciones pueden adoptar prácticas recomendadas como:
Las regulaciones de soberanía de datos son marcos legales que rigen el almacenamiento, el procesamiento y la administración de información digital dentro de límites geográficos específicos. Establecen que los datos están sujetos a las leyes del país en el que se encuentran. Comprender cómo funcionan estas regulaciones es fundamental para las organizaciones que manejan datos a través de las fronteras nacionales.
Lo que determina los factores y mecanismos de la soberanía de datos depende del entorno legal y regulatorio de cada país. Factores como la seguridad nacional, las preocupaciones sobre la privacidad y los intereses económicos pueden influir significativamente en las leyes de soberanía. Lo mismo ocurre con los mecanismos o mandatos que exigen a las compañías almacenar datos en servidores locales antes de transferirlos al extranjero o mantener ciertos tipos de datos, como información personal o confidencial, dentro de un país.
Junto con las medidas legales, como los acuerdos de protección de datos y las auditorías de cumplimiento, las organizaciones deben invertir en soluciones avanzadas, como la segmentación y el cifrado de datos, para manejarse correctamente a través de estos entornos complejos.
Las implicaciones de la soberanía de datos son particularmente significativas para la informática en la nube, en que los datos suelen almacenarse y procesarse en múltiples ubicaciones globales. Los proveedores de servicios en la nube y sus clientes deben cerciorarse de que sus operaciones cumplan con las leyes de soberanía de datos de todos y cada uno de los países, lo que puede incluir el uso de centros de datos regionales o la adopción de soluciones de nube híbrida que permitan la localización de datos confidenciales y, al mismo tiempo, aprovechen la escalabilidad y flexibilidad de la nube. La naturaleza compleja de la informática en la nube y las estrictas leyes de soberanía de datos requieren que las empresas estén atentas y sean flexibles en sus prácticas de administración de datos .
Otro desafío es comprender el papel de la soberanía de datos indígenas, que es el derecho de los pueblos indígenas a gobernar la recopilación, la propiedad y la aplicación de sus propios datos, donde así estuviere legislado. Este es un concepto que surge de discusiones más amplias en torno a los derechos de las comunidades indígenas a mantener el control sobre sus datos culturales y patrimoniales, que:
Adoptar un enfoque holístico para la administración de la soberanía de los datos que combine soluciones tecnológicas, conocimientos legales y conciencia cultural ayuda a las organizaciones a cumplir con diversas regulaciones al tiempo que mejora su capacidad para operar de manera segura y eficiente en una comunidad digital global.
Administrar con éxito la soberanía de los datos y el cumplimiento de la privacidad requiere una comprensión matizada de las implicaciones legales y los impactos económicos. Las organizaciones deben desarrollar estrategias de cumplimiento estables que se adhieran a los requisitos más estrictos de soberanía de datos, pero que también les permitan seguir siendo ágiles y competitivas en la escena mundial.
Debido a que los dos conceptos están tan estrechamente entrelazados, las compañías que manejan datos confidenciales a través de fronteras internacionales enfrentan desventajas significativas al ajustar sus programas de soberanía de datos y de cumplimiento de privacidad. Las leyes de soberanía de datos individuales plantean un desafío para los programas de cumplimiento de la privacidad, que deben ser lo suficientemente flexibles como para cumplir con las diferentes normas de privacidad y prácticas operativas en diferentes regiones. Los requisitos de localización de datos significan que las organizaciones deben invertir en centros de datos locales o servicios en la nube que cumplan con las leyes locales, lo que puede aumentar los costos operativos y la complejidad.
Los países implementan medidas de soberanía de datos para proteger la privacidad de sus ciudadanos y los datos nacionales de la explotación extranjera. Estas medidas pueden tener implicaciones de gran alcance para las organizaciones que recopilan, almacenan y comparten esos datos. Por ejemplo, podrían limitar la capacidad de una empresa multinacional para consolidar el procesamiento y el almacenamiento de datos, lo que puede afectar la eficiencia y aumentar la carga del cumplimiento normativo. Las estrictas medidas de soberanía de datos también podrían conducir a la fragmentación de Internet, al crear barreras que dificulten el libre flujo de información y que sofoquen la innovación.
No es de extrañar que la soberanía de datos traiga consigo numerosos debates y críticas. La mayoría se centra en el potencial del concepto para crear barreras digitales entre las naciones. Los críticos argumentan que las leyes de seguridad y privacidad más estrictas podrían conducir a un “nacionalismo de datos”, en el que los datos se convertirían en una herramienta para políticas nacionalistas que potencialmente conducen a desventajas económicas y a una reducción de la competencia global. También existe la preocupación de que las leyes puedan aislar a las naciones tecnológica y económicamente, dado que las empresas podrían evitar operar en regiones con estas prácticas restrictivas de datos.
Los defensores de la soberanía de los datos dicen que entienden el delicado equilibrio entre la protección de los datos de los ciudadanos y el fomento de una economía digital global. Argumentan que, no obstante esto, la soberanía de los datos es esencial para proteger los derechos de privacidad individuales y reducir las filtraciones de datos.
Se necesita un enfoque multifacético para garantizar la soberanía de los datos en la computación en la nube. Las soluciones tecnológicas, la planeación estratégica y las rigurosas políticas y procesos de cumplimiento permiten a las organizaciones disfrutar de los beneficios de la informática en la nube mientras mantienen el control sobre sus datos y cumplen con los requisitos más estrictos de soberanía de datos.
Lamentablemente, la naturaleza fundamental de la informática en la nube (almacenar y procesar datos en múltiples jurisdicciones) a menudo entra en conflicto con las restricciones impuestas por las leyes de soberanía de datos. Mantener la soberanía de datos en la informática en la nube incluye desafíos como estos:
Afortunadamente, las compañías pueden adoptar varias estrategias y pasos para garantizar la soberanía de datos en la nube, empezando por elegir el proveedor de servicios adecuado. Es imperativo trabajar con proveedores que ofrezcan transparencia sobre dónde se almacenan y procesan los datos y que brinden garantías contractuales para cumplir con los requisitos específicos de soberanía de datos. La implementación de un enfoque de nube híbrida es otro paso estratégico, en el que los datos confidenciales se mantienen in situ o en una nube privada, y solo los datos no confidenciales se almacenan en la nube pública.
Otras estrategias incluyen:
Los complejos desafíos de los datos exigen soluciones avanzadas que logren el equilibrio adecuado para mantener los datos seguros y compartirlos para obtener valor agregado. Veritas ayuda a las organizaciones a superar los desafíos de la soberanía de datos con soluciones robustas de seguridad de datos que proporcionan una forma flexible y escalable de administrar datos de manera más eficiente, mantener la integridad de los datos y cumplir con las varias normativas globales de soberanía de datos. Sus datos permanecen bajo su control, lo que le permite aprovechar todo su potencial mientras cumplen con los principios de soberanía de datos.
Nuestro enfoque holístico para proteger los activos digitales agiliza la administración de la postura de seguridad y mejora la eficiencia operativa, lo que brinda tranquilidad y permite que su organización prospere en un panorama digital seguro.
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