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¿Qué es la seguridad de la información? Cómo salvaguardar los activos digitales.

La transición de una existencia física a una centrada en lo digital a menudo se siente como algo efectuado de la noche a la mañana. Las interacciones en línea se volvieron tan rutinarias como los encuentros cara a cara, y han transformado la forma en que nos comunicamos, trabajamos y vivimos. Parte de esta nueva realidad es cómo la información se volvió accesible al instante, incluso para quienes buscan explotarla con fines maliciosos.

Las tecnologías digitales son ahora una parte indispensable de las operaciones empresariales, lo que permite a las organizaciones optimizar los procesos, mejorar la colaboración e impulsar la innovación. Sin embargo, a pesar de todos sus beneficios, también abrieron la puerta a amenazas constantes para la seguridad de la información, con actores maliciosos que refinan continuamente sus tácticas y emplean métodos cada vez más sofisticados para infiltrar las defensas y comprometer datos confidenciales.

Para garantizar la seguridad de la información, las organizaciones de todos los sectores deben emplear un enfoque proactivo y de múltiples capas para proteger sus activos digitales. Al igual que los propietarios emplean cerraduras, alarmas y cámaras de vigilancia para mantener sus propiedades seguras, las compañías deben invertir en la prevención de la pérdida de datos y otras medidas de seguridad que protejan contra las ciberamenazas.

Descripción general de la seguridad de la información

El término “seguridad de la información” a veces se usa indistintamente con “ciberseguridad” o “seguridad informática” pero difieren significativamente:

  • La ciberseguridad tiene un alcance más amplio, incluida la protección de los sistemas informáticos, las redes y los datos contra el acceso no autorizado o los ataques maliciosos.
  • La seguridad de la información es un subconjunto crucial de la ciberseguridad, que se centra en proteger la confidencialidad, la integridad y la disponibilidad de los propios datos, independientemente de su forma o ubicación.

La implementación de una estrategia multicapa que emplee diversas herramientas y técnicas, como firewalls (cortafuegos), cifrado, controles de acceso y capacitación de empleados, permite a las organizaciones proteger eficazmente sus activos digitales y mitigar los riesgos que plantean las ciberamenazas.

¿Qué importancia tiene la seguridad de la información? Imagínese despertar un día y descubrir que los registros financieros, la información de los clientes o la propiedad intelectual de su organización fueron divulgados, destruidos o retenidos para pedir un rescate. Imagínese la perturbación y el caos que se producirían, desde pérdidas financieras y tiempo fuera de servicio hasta daños irreparables a la reputación y pérdida de confianza de los clientes.

Es fácil ver cómo las consecuencias de una brecha de seguridad importante pueden ser catastróficas, lo que podría paralizar la capacidad de una empresa para funcionar y competir. En el panorama digital actual, no se puede exagerar la importancia de la seguridad de la información. Las medidas robustas de seguridad de la robustas ayudan a las organizaciones a mitigar diversos riesgos, garantizar la continuidad comercial y mantener una ventaja competitiva.

Los objetivos clave de la seguridad de la información suelen denominarse en inglés la tríada de la “CIA”: confidencialidad, integridad y disponibilidad (availability).

  • La confidencialidad es la protección de la información confidencial contra el acceso o la divulgación no autorizados.
  • La integridad garantiza que los datos permanezcan precisos, completos e incorruptos durante todo su ciclo de vida.
  • La disponibilidad garantiza que los usuarios autorizados tengan acceso confiable y oportuno a la información y los recursos que necesitan cuando los necesitan.

Un buen ejemplo de seguridad de la información en acción se puede ver en la industria de la salud, donde los proveedores implementan medidas estrictas para proteger los registros de los pacientes y los datos médicos. Esto puede incluir el cifrado de los registros médicos electrónicos, la implementación de controles de acceso para limitar quién puede ver o modificar la información confidencial y la auditoría periódica de los sistemas para detectar y prevenir el acceso no autorizado o las filtraciones de datos.

Mientras que la llamada “tríada de la CIA” describe los objetivos principales de la seguridad de la información, hay tres conceptos clave que apuntalan las prácticas efectivas a este fin:

  1. La administración de riesgos identifica, evalúa y mitiga los riesgos potenciales para los activos de información de una organización. Implementa controles y medidas adecuados para reducir la probabilidad y el impacto de los incidentes de seguridad.
  2. La defensa en profundidad es un concepto o enfoque que sugiere que se deben implementar múltiples capas de controles de seguridad para proteger los activos de información. Este método proporciona redundancia y mejora la seguridad general al prevenir varias rutas de ataque potenciales y garantizar que, si un control falla, existan otros para reducir el riesgo.
  3. La mejora continua garantiza el proceso continuo de seguridad de la información. Incluye monitoreo, evaluación y mejora constantes que ayudan a identificar nuevas amenazas y nuevas vulnerabilidades a medida que surgen, de modo que las organizaciones puedan adaptar sus medidas de seguridad correspondientes mediante la implementación de actualizaciones, parches y nuevos controles para mantener una postura de seguridad efectiva.

La comprensión e implementación de estos conceptos clave apoya a las empresas en sus esfuerzos por establecer una estrategia integral de seguridad de la información que proteja sus valiosos activos de datos, mantenga la continuidad comercial y garantice el cumplimiento de las regulaciones pertinentes y las normas de la industria.

Diferentes tipos de seguridad de la información

La seguridad de la información cubre una amplia gama de medidas y prácticas diseñadas para proteger los valiosos activos de datos de una empresa. Según a quién se consulte o lea, el número de diferentes tipos de seguridad de la información varía, pero estos siete son los más comunes:

  1. La seguridad de red se centra en proteger las infraestructuras de red, incluidos el hardware, el software y las transmisiones de datos, contra el acceso no autorizado, el uso indebido o los ataques maliciosos. Por lo general, implica la implementación de firewalls, sistemas de detección y prevención de intrusiones, redes privadas virtuales (VPN) u otras medidas para proteger el perímetro de una red, para asegurar la confidencialidad, la integridad y la disponibilidad de los recursos.
  2. La seguridad de datos se ocupa de proteger los activos de datos de una organización, independientemente de su formato o ubicación. Incluye medidas como cifrado, controles de acceso, herramientas de prevención de pérdida de datos (DLP) y procedimientos seguros de copia de seguridad y recuperación. Su objetivo es evitar el acceso no autorizado, la modificación o la destrucción de información confidencial, para garantizar su privacidad, precisión y accesibilidad.
  3. La seguridad física es un aspecto crítico, aunque a menudo descuidado, de la seguridad de la información. Su objetivo es proteger las infraestructuras físicas, como edificios, servidores y estaciones de trabajo, contra accesos no autorizados, robos o daños. Las técnicas estándar son los controles de acceso, que incluyen cerraduras, llaves y biometría; sistemas de vigilancia; y controles ambientales como extinción de incendios y regulación de temperatura y humedad.
  4. La seguridad de las aplicaciones aborda la creciente dependencia de las aplicaciones de software. Ahora se la considera una característica crítica de la seguridad de la información; y se emplea para reforzar las prácticas de codificación, las pruebas de vulnerabilidad y la implementación de medidas para proteger las aplicaciones de amenazas que incluyen inyección de código, activación de cross-site scripting (XSS) y otros ataques a nivel de aplicación.
  5. La gestión de identidad y acceso (IAM) es la administración y el control de las identidades de los usuarios y los privilegios de acceso dentro de una organización. Implica la implementación de mecanismos de autenticación segura, controles de autorización y procedimientos de auditoría que garanticen que solo las personas autorizadas puedan acceder a los recursos y datos confidenciales.
  6. La seguridad operativa (OPSEC) se centra en proteger las operaciones, los procesos y los procedimientos diarios de una organización frente a posibles amenazas. Puede incluir varias medidas como planes de respuesta a incidentes, estrategias de continuidad comercial y programas de concienciación y capacitación de los empleados.
  7. La seguridad en la nube se ha ido convirtiendo en un aspecto crítico de la información a medida que más empresas adoptan la conveniencia y la rentabilidad de la informática en la nube. Incluye la protección de los datos, las aplicaciones y la infraestructura alojada en la nube, al tiempo que garantiza el cumplimiento de las normativas pertinentes y los estándares del sector.

Si bien cada uno de estos tipos de seguridad de la información es efectivo por sí mismo, no son mutuamente excluyentes. De hecho, a menudo se superponen y se complementan entre sí, y muchas de las mejores estrategias de seguridad de la información incorporan elementos de múltiples tipos, para crear una defensa multicapa contra posibles amenazas. Además, los tipos específicos de seguridad de la información que su organización podría priorizar pueden depender de factores como el sector de trabajo, sus requisitos de cumplimiento normativo y la naturaleza de sus activos de datos. Comprender y abordar los diferentes tipos de seguridad de la información que su empresa podría necesitar garantiza una postura de seguridad estable con una protección óptima de sus valiosos recursos de información.

Mejores prácticas de seguridad de la información

Salvaguardar los activos digitales y mitigar los riesgos que plantean las ciberamenazas requiere implementar las prácticas recomendadas de seguridad de la información. Hay una serie de pasos que las organizaciones pueden considerar o tomar. Sin embargo, varias prácticas esenciales son componentes imprescindibles de cualquier estrategia de seguridad fuerte.

  • La creación y el uso de contraseñas seguras es fundamental para la seguridad de la información. Las contraseñas débiles y previsibles son como tender la alfombra de bienvenida y dejar la puerta sin llave para que los hackers accedan y potencialmente comprometan la información confidencial. Las compañías deben aplicar políticas que exijan el uso de contraseñas complejas que combinen letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales. La implementación de políticas de rotación de contraseñas y la prohibición de la reutilización de contraseñas pueden mejorar aún más la seguridad.
  • La autenticación multifactor (MFA) agrega una capa adicional de seguridad al proceso de autenticación, lo que requiere que los usuarios proporcionen múltiples formas de verificación, como una contraseña combinada con un código de un solo uso o datos biométricos. MFA reduce significativamente el riesgo de acceso no autorizado, incluso si un factor se ve comprometido.
  • Mantener el software y los sistemas actualizados es una buena práctica que nunca debe descuidarse. Los proveedores de software publican de manera regular actualizaciones y parches para abordar vulnerabilidades conocidas y fallas de seguridad. La aplicación de estas actualizaciones de manera oportuna protege los sistemas de quedar expuestos a posibles explotaciones por parte de los delincuentes informáticos. Las organizaciones deben establecer procesos para monitorear e implementar actualizaciones en todo su software y sistemas, incluidos los sistemas operativos, las aplicaciones y el firmware.
  • Las soluciones de ciberseguridad avanzadas son una necesidad absoluta en el panorama actual de amenazas en rápida evolución. Desempeñan un papel fundamental en el fortalecimiento de la resiliencia de una organización frente a los ciberataques, ya que aprovechan tecnologías de vanguardia como la inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automático y el análisis del comportamiento para detectar y responder a amenazas sofisticadas en tiempo real. Las organizaciones que implementan estas soluciones avanzadas están mejor equipadas para identificar y mitigar posibles incidentes de seguridad de forma proactiva.
  • La creación y aplicación de una política integral de protección de datos que describa procesos y procedimientos claros para el manejo de datos confidenciales, como controles de acceso, clasificación y manejo de datos, puede ser la base sobre la que se basan todos los demás esfuerzos de seguridad. Al establecer una política robusta de protección de datos y garantizar su cumplimiento, las empresas pueden mantener un enfoque coherente y práctico para salvaguardar sus valiosos activos de información.

Si bien la implementación de estas y otras mejores prácticas es esencial, tenga en cuenta que siguen siendo solo parte de una estrategia de seguridad de la información más amplia y de múltiples capas. Al combinar estas prácticas con otras medidas descritas anteriormente en esta publicación, puede crear una defensa integral que garantice que sus datos y sistemas permanezcan seguros y resistentes contra los ciberataques actuales y futuros.

Amenazas a la seguridad de la información

Las amenazas a la seguridad de la información se presentan en todas las formas y tamaños, cada una de las cuales representa su propio riesgo único para los activos y operaciones digitales de una organización. Hay dos tipos principales de ataques: activos y pasivos. Los ataques activos consisten en interceptar comunicaciones o mensajes y alterarlos con fines maliciosos. Los ataques pasivos son cuando un delincuente informático monitorea los sistemas y copia ilícitamente la información sin alterarla, lo que dificulta su detección. A continuación, el atacante emplea los datos para penetrar en las redes y comprometer los sistemas objetivo.

Tres de las amenazas más frecuentes son el malware y los virus, los ataques de phishing y las tácticas de ingeniería social.

Malware y virus

Diseñados para infiltrarse en los sistemas y causar daños, estos programas de software malicioso aparecen en forma de robo de datos, interrupción del sistema y acceso no autorizado, e incluyen troyanos, gusanos, ransomware y spyware. El malware se puede propagar en varias direcciones, infectando sitios web, archivos adjuntos de correo electrónico y medios extraíbles a medida que circula por las redes y sistemas. Una vez dentro, pueden causar estragos robando datos confidenciales, corrompiendo archivos o incluso tomando los sistemas como rehenes para el pago de un rescate.

Ataques de phishing

Se estima que más del 80⁠ ⁠% de las organizaciones son víctimas del phishing. Estas amenazas comunes se basan en tácticas de ingeniería social para engañar a las personas para que revelen información confidencial u otorguen acceso no autorizado. Por lo general, involucran emails, mensajes de texto o sitios web fraudulentos que se hacen pasar por fuentes legítimas, lo que induce a las víctimas a revelar credenciales de inicio de sesión, información financiera y otros datos confidenciales. Los ataques de phishing pueden ser muy elaborados y emplear técnicas que incluyen la suplantación de dominios de confianza o la suplantación de figuras de autoridad. Por ejemplo, en 2016, los delincuentes informáticos enviaron un email a un empleado de un fabricante austriaco de piezas aeroespaciales que parecía provenir del director general de la compañía. El empleado accedió a la solicitud del remitente y transfirió 42 millones de euros a otra cuenta como parte de lo que los phishers dijeron que era un “proyecto de adquisición”.

Ingeniería social

Los ataques de ingeniería social son una amplia categoría de amenazas que aprovechan la psicología y la manipulación humanas para eludir los controles de seguridad. Explotan las vulnerabilidades humanas, como la confianza, la curiosidad y el miedo, para engañar a las personas para que divulguen información confidencial o realicen acciones que comprometan la seguridad. Las tácticas van desde hacerse pasar por personal de soporte de TI hasta entrar en áreas restringidas siguiendo disimuladamente a los empleados.

Las consecuencias de estas y otras amenazas pueden ser graves, incluidas filtraciones de datos, pérdidas financieras, daños a la reputación y multas regulatorias.

  • El malware y los virus también pueden perturbar las operaciones, corromper los datos o facilitar el acceso no autorizado.
  • Los ataques de phishing pueden provocar el robo de credenciales de inicio de sesión que permiten una mayor explotación o exfiltración de datos.
  • Las tácticas de ingeniería social pueden eludir incluso los controles técnicos más estrictos porque explotan las debilidades humanas.

Junto con los controles técnicos, como el software antivirus, los firewalls y los sistemas de detección de intrusos, y los humanos, como la instrucción y la concienciación, las organizaciones deben implementar evaluaciones de seguridad periódicas, parches rápidos y un plan de respuesta a incidentes que funcione como uno solo para defender de las amenazas presentes y futuras. Es la mejor manera de garantizar que los esfuerzos de seguridad de la información de su organización protejan adecuadamente sus activos digitales y mantengan la continuidad comercial frente a posibles ciberamenazas.

Políticas de seguridad de la información y cumplimiento normativo

Casi todas las empresas manejan datos personales de empleados, clientes y consumidores. Eso significa que casi todas las compañías también se rigen por diversas regulaciones que imponen reglas sobre cómo recopila, usa, comparte y protege la información personal. También exigen una notificación rápida a las autoridades y a los usuarios afectados cuando se produce una infracción.

El desarrollo y la elaboración de una política de seguridad de la información es la piedra angular de cualquier marco de seguridad estable. Describe el enfoque de una organización para proteger sus activos de datos, detallando los roles, las responsabilidades y procedimientos para salvaguardar la información confidencial. La política debe ser integral y abarcar facetas como el control de acceso, la respuesta a incidentes y el cifrado de datos, que deben actualizar periódicamente para reflejar la evolución de las amenazas y los avances tecnológicos. Las políticas deben ser transparentes y deben comunicarse claramente a cualquier persona cuya información pueda ser o esté siendo recopilada, lo que incluye:

  • Información fácil de entender sobre las prácticas de recopilación de datos.
  • Obtener el consentimiento cuando sea necesario.
  • Ofrecer opciones para que las personas manejen sus datos personales, dando opciones de inclusión y exclusión.

El cumplimiento de la protección de datos es otro aspecto crítico, con leyes como RGPD (GDPR), HIPAA y CCPA que establecen estándares estrictos para la privacidad y seguridad de los datos. Las organizaciones deben asegurarse de que sus políticas se alineen con estos y otros requisitos legales como, por ejemplo:

  • Comprender la normativa específica aplicable a su sector y operaciones.
  • Implementar medidas para cumplirlas.
  • Mantenerse al tanto de cualquier cambio en el panorama legal.

La realización periódica de auditorías de seguridad es otra práctica esencial para mantener el cumplimiento normativo y fortalecer la postura de seguridad. Con ellas, se evalúa la eficacia de las medidas de seguridad de una organización, se identifican vulnerabilidades y se recomiendan mejoras. También demuestran el compromiso de una empresa con la seguridad de la información, lo que da confianza a las partes interesadas, los clientes, los empleados y los organismos reguladores.

Protección de los datos de su empresa

Cuando se trata de proteger los datos de su organización, cuanto más sepa, más seguro estará. Eso significa comprender las amenazas a las que se enfrenta su empresa, qué cosas y circunstancias ponen en riesgo sus datos y qué vulnerabilidades o debilidades podrían estar ocultas en sus redes y sistemas.

Para detectar y proteger contra amenazas como el phishing, el ransomware y el malware, las compañías pueden implementar diversas prácticas de seguridad con numerosos beneficios. Estas facilitan la protección de activos de datos valiosos, mantienen la continuidad del negocio y fomentan la confianza de los clientes y las partes interesadas, al tiempo que mitigan los riesgos de violaciones de datos, pérdidas financieras y daños a la reputación. Algunas de las prácticas más efectivas incluyen:

  • Cifrado de datos. El cifrado , una herramienta crucial que hace que los datos sean ilegibles para partes no autorizadas, garantiza la confidencialidad de los datos en tránsito y en reposo. Los protocolos de cifrado deben actualizarse de forma rutinaria para proteger contra nuevas amenazas, mientras que la revisión y auditoría periódicas de las prácticas de cifrado garantiza el cumplimiento e identifica las áreas de mejora.
  • Copia de seguridad y recuperación después de un desastre. Los servicios en la nube suelen incluir capacidades automatizadas de copia de seguridad y recuperación ante desastres. Al combinar la seguridad mejorada con los beneficios de la escalabilidad, la accesibilidad y la recuperación eficiente de datos, estas soluciones robustas permiten que las organizaciones recuperen y restauren rápidamente datos y sistemas críticos en caso de un incidente de seguridad, minimizando el tiempo de inactividad y evitando la pérdida de datos.
  • Programas de capacitación y concienciación de los empleados. Educar a los empleados sobre las mejores prácticas, como reconocer los intentos de phishing, crear contraseñas seguras y manejar la información confidencial de forma segura, puede contribuir en gran medida a reducir significativamente el riesgo de error humano o negligencia, dos de las principales causas de las filtraciones de datos. Las campañas periódicas de instrucción y concienciación también ayudan a cultivar una cultura de conciencia de la seguridad dentro de la compañía, lo que hace que los empleados estén atentos y sean proactivos en la protección de los valiosos activos de datos.

Las organizaciones pueden emplear soluciones de seguridad de la información para estandarizar los controles de seguridad y garantizar una adecuada administración de riesgos y seguridad de la información. Al adoptar un enfoque sistemático de la seguridad de la información, se protege proactivamente la empresa de riesgos innecesarios y permite que su equipo de seguridad resuelva de manera eficiente y eficaz las amenazas a medida que vayan apareciendo.

Veritas adopta un enfoque multicapa para salvaguardar los activos digitales, al proporcionar soluciones de seguridad de la información de alto nivel que ayudan a su organización a superar sus mayores desafíos de protección de la información. La flexibilidad y escalabilidad de estas soluciones hacen que la administración de sus datos sea más eficiente, lo que infunde confianza en su capacidad para mantener la integridad de los datos y evitar la pérdida o el compromiso de los mismos, al tiempo que garantiza que cuenta con un sistema que le proporciona una mayor visibilidad y control.

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