ESG significa gobierno ambiental, social y corporativo. Se refiere a un conjunto de criterios utilizados para evaluar el rendimiento de una empresa en estas tres áreas.
Conforme aumenta la conciencia sobre la conservación ambiental, las organizaciones se ven presionadas a adoptar enfoques proactivos para manejar su impacto en el gobierno ambiental, social y corporativo.
Ignorar estos temas puede traer consecuencias negativas como daños a la reputación, responsabilidades legales y pérdida de confianza de los inversionistas.
Una forma de abordar estos desafíos es adoptar los principios de gobierno ambiental, social y corporativo (ESG). Los principios de gobierno ambiental, social y corporativo son pautas que ayudan a las organizaciones a considerar su impacto en el medio ambiente, la sociedad y las prácticas de gobierno en sus procesos de toma de decisiones.
Siga leyendo para saber cómo los principios de gobierno ambiental, social y corporativo pueden ayudar a su empresa a crear más valor y conocer los elementos del marco de la triple cuenta de resultados.
La triple cuenta de resultados (Triple Bottom Line, TBL) consiste en analizar el rendimiento económico, ambiental y social de su organización. La TBL ayuda a las organizaciones a analizar su impacto y crear valor para todas las partes interesadas.
La premisa básica de la TBL es que el rendimiento financiero debe ir de la mano con el impacto social y ambiental.
La dimensión económica de la TBL examina las finanzas de una compañía y calibra su capacidad para producir valor para los accionistas, ganar dinero y mantenerse a flote. Reconoce que el rendimiento financiero es esencial, pero es solo una parte de la influencia que una empresa tiene en la sociedad y el medio ambiente.
Existen diferentes métricas para medir su éxito financiero, incluidos los ingresos, el margen de beneficio, el retorno de la inversión y las ganancias por acción. Estas medidas revelan la salud financiera a largo plazo de una organización.
Desde una perspectiva financiera, el gobierno ambiental, social y corporativo puede parecer contraproducente con respecto a sus objetivos de crecimiento. Pero ese no es el caso si se tiene el enfoque correcto.
Si bien la sustentabilidad puede requerir hacer grandes gastos que pueden no arrojar resultados financieros inmediatos, tiene beneficios a largo plazo. Las organizaciones que son reconocidas por sus esfuerzos de gobierno ambiental, social y corporativo se destacan en un mercado abarrotado, atraen a inversionistas con conciencia social y crean resiliencia.
En el marco de la TBL, las empresas deben equilibrar los objetivos financieros y ambientales, y sociales. Esto puede incluir minimizar los desechos, mejorar la eficiencia energética y usar energía renovable. Además, debe involucrar a los consumidores, proveedores y personal para promover la sustentabilidad y la responsabilidad social.
El éxito financiero de las organizaciones es importante. Sin embargo, la dimensión económica de la TBL también enfatiza los efectos ambientales y sociales.
La dimensión ambiental de la TBL examina el impacto de una organización en la naturaleza. Este componente evalúa la capacidad de una organización para reducir su impacto ambiental y promover prácticas sustentables.
Por lo tanto, las organizaciones deben examinar su impacto ambiental a medida que aumentan el cambio climático y el deterioro ambiental.
Las organizaciones miden el impacto ambiental mediante la huella de carbono, el uso del agua y la generación de basura. Estas mediciones revelan el efecto ambiental de una organización y permiten dar seguimiento a los objetivos de sustentabilidad. Las evaluaciones del ciclo de vida también pueden medir el impacto ambiental de los productos y servicios a lo largo de su existencia.
Las organizaciones se pueden beneficiar de la sustentabilidad ambiental de la TBL, pero también pueden tener dificultades en la implementación. Esto se debe a que se necesita invertir de forma significativa en prácticas, tecnologías, modelos de negocios y modificaciones operativas sustentables.
Sin embargo, puede ayudar a las empresas a disminuir su impacto ambiental, mejorar su marca y atraer consumidores e inversionistas con conciencia ambiental.
Las operaciones sustentables son esenciales para el éxito de la TBL. Esto se puede lograr reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, ahorrando agua y electricidad, minimizando los desechos y la contaminación y utilizando energías renovables. Más allá de los esfuerzos internos, también debería fomentar las prácticas sustentables entre proveedores y consumidores.
La tecnología es vital para el gobierno ambiental, social y corporativo, ya que ayuda a medir la sustentabilidad de la cadena de suministro y el uso de energía. Algunas tecnologías que puede usar incluyen inteligencia artificial, blockchain y el Internet de las cosas.
La dimensión ambiental de la TBL se enfoca en la necesidad que tienen las compañías de ser sustentables y en el impacto económico y social. Como tal, es posible mejorar la sustentabilidad ambiental y crear valor para las partes interesadas.
La dimensión social de la TBL evalúa el bienestar social, el cumplimiento de derechos humanos y las contribuciones a la comunidad de una organización. Tomando en cuenta la creciente inequidad en la distribución de riquezas, los problemas de diversidad e inclusión y las prácticas laborales injustas, debe evaluar y mejorar su impacto social.
Puede usar parámetros como la rotación de empleados, la felicidad del consumidor y la participación en la comunidad para medir el impacto social. Estos indicadores revelan el impacto social de su organización y le ayudan a dar seguimiento a los objetivos de responsabilidad social.
Un programa sólido de responsabilidad social puede involucrar varias actividades sociales, incluida la capacitación del personal, la participación de la comunidad y la presentación de informes de responsabilidad social. Al mismo tiempo, puede mejorar las relaciones con las partes interesadas, impulsar la reputación y atraer clientes e inversionistas con conciencia social.
Según la TBL, las organizaciones deben fomentar la responsabilidad social para tener éxito. Esto se puede lograr creando un lugar de trabajo diverso e incluyente, promoviendo prácticas éticas en la empresa y fomentando el desarrollo de la comunidad y la participación de las partes interesadas para identificar y abordar las preocupaciones sociales.
Como se mencionó, las organizaciones están bajo presión para implementar prácticas sustentables debido al cambio climático, agotamiento de recursos y deterioro ambiental. Al principio, eso viene con muchos gastos y puede quitarle tiempo que se dedicaría a las actividades del día a día.
Aún así, las iniciativas de gobierno ambiental, social y corporativo van más allá del impacto ambiental. Con el tiempo, verá numerosos beneficios que mejorarán sus proyecciones a largo plazo.
Dependiendo de su industria, su impacto en el medio ambiente puede ser significativo. Sin embargo, puede limitarlo protegiendo los recursos naturales y disminuyendo la contaminación. A su vez, esto beneficia la salud humana y la biodiversidad.
Esto se puede lograr adoptando las siguientes medidas:
En última instancia, tener una cadena de suministro sustentable también aminora el impacto ambiental de las empresas.
En muchos países existen leyes ambientales y de sustentabilidad que las organizaciones deben tener en cuenta. De no hacerlo, se tendrían efectos negativos, como sanciones o daños a la reputación.
Por ejemplo, la EPA regula las emisiones de gases de efecto invernadero, la calidad del agua y los desechos peligrosos en Estados Unidos. Por lo tanto, las organizaciones pueden mostrar su sustentabilidad y evitar sanciones y otras medidas legales siguiendo estos estándares.
A medida que adopte un enfoque más sustentable, evitará sanciones y penetrará en nuevos mercados con regulaciones más estrictas y clientes respetuosos con el medio ambiente. Además, seguir los estándares normativos ayuda a las empresas a anticiparse y adaptarse a la legislación cambiante.
En un mercado impulsado por el consumidor, la forma en que el mercado percibe su marca puede matarla o hacerla crecer. Por lo tanto, a medida que demuestre su compromiso con el medio ambiente y la comunidad, mejorará su reputación.
Así, los consumidores y el talento elegirán su empresa por sobre la competencia, y esto la hará más rentable.
La sustentabilidad a menudo requiere una inversión inicial significativa. Sin embargo, estas inversiones dan como resultado menos desechos y consumo de energía.
Como tal, las prácticas sustentables ayudan a las empresas a aprovechar el consumo de recursos y eliminar ineficiencias. Además, si se enfoca en el ciclo de vida en el diseño de los productos, se pueden recortar los gastos al desarrollar bienes con menos materiales, que sean más fáciles de desensamblar y que duren más. En general, las prácticas sustentables ayudan a las organizaciones a recortar gastos.
Al reducir los gastos y mejorar su reputación, las prácticas sustentables pueden ayudar a las empresas a protegerse en el futuro. Esto se debe a que las organizaciones que descuidan la sustentabilidad corren el riesgo de perder el interés del público a medida que los problemas ambientales y sociales se hacen más relevantes.
Por ejemplo, las corporaciones de combustibles fósiles se enfrentan a amenazas por el aumento de las regulaciones, los precios del carbono y las preferencias de los clientes por la energía renovable. Y las empresas que hacen uso excesivo del agua están siendo afectadas por la escasez y los problemas de calidad del agua.
Por lo tanto, las organizaciones de esos sectores que tomen las medidas necesarias para abordar estos temas reducirán los riesgos y promoverán la resiliencia, con lo que sus negocios se protegerán en el futuro. Las prácticas sustentables también pueden ayudar a las empresas a encontrar nuevas posibilidades y mantenerse por delante de la competencia.
Al adoptar la sustentabilidad a largo plazo, evitará riesgos, aumentará la resiliencia y encontrará nuevas posibilidades económicas.
Los trabajadores buscan cada vez más empresas que compartan sus valores y sean responsables con la sociedad y el ambiente. Por lo tanto, a medida que la responsabilidad social aumenta el valor y la reputación de la marca, también aumentará la retención de talento.
La responsabilidad social puede fomentar una cultura que involucre a los empleados y aumente tanto su participación como la productividad y satisfacción laboral. Conforme los empleados se sientan más orgullosos por las actividades de responsabilidad social de su empresa, también se volverán más leales.
La responsabilidad social aumenta el compromiso y la productividad de los empleados, pues estos están más motivados y comprometidos cuando consideran que su empresa está ayudando a la sociedad y al medio ambiente.
Los programas de responsabilidad social también pueden aumentar la felicidad laboral y la productividad al brindar a los empleados nuevas habilidades y desafíos. De esta forma, los proyectos de responsabilidad social también pueden promover el trabajo en equipo y la colaboración para crear un ambiente de trabajo más agradable y solidario.
Los consumidores modernos están preparados para pagar más por productos y servicios éticos y socialmente responsables. De igual manera, los inversionistas, reguladores y miembros de la comunidad apoyan a las empresas socialmente responsables.
Como tal, las organizaciones pueden crear confianza en los consumidores y las partes interesadas al priorizar la responsabilidad social. A su vez, esto impulsa la lealtad de los clientes y partes interesadas.
Ignorar las preocupaciones sociales y ambientales puede resultar en publicidad negativa, acciones legales y daños a la reputación. En lugar de esperar y abordar las consecuencias, adopte un enfoque proactivo con iniciativas sólidas de gobierno ambiental, social y corporativo.
Hacerlo también le ayudará a identificar y mitigar riesgos. Tener procedimientos ambientales y laborales fuertes reduce la probabilidad de recibir sanciones o entrar en litigios ambientales o laborales.
La responsabilidad social ayuda a que las comunidades prosperen económica y socialmente. Las empresas locales, los empleos y los proyectos de desarrollo comunitario pueden ayudar a las organizaciones a promover el desarrollo sustentable.
Además, la responsabilidad social puede fortalecer a las comunidades, ya que contratar mano de obra de forma responsable y sustentable ayuda a las economías locales.
La responsabilidad social también puede ayudar a las empresas a cumplir con las expectativas de las partes interesadas, como los consumidores, trabajadores, inversionistas y comunidades. En el mundo conectado de hoy en día, las partes interesadas se preocupan más por los impactos sociales y ambientales de las empresas.
Las organizaciones pueden desarrollar la confianza de las partes interesadas promoviendo la responsabilidad social. Las empresas que fomentan la diversidad y la inclusión pueden atraer a clientes y empleados más diversos.
La responsabilidad social puede impulsar la longevidad y rentabilidad del negocio, ya que las inversiones en gobierno ambiental, social y corporativo ayudan a las empresas a responder a las cambiantes condiciones del mercado y a las expectativas de las partes interesadas.
Las empresas con sustentabilidad ambiental disminuyen el uso y el desperdicio de recursos, ahorran dinero y mejoran la eficiencia. Invertir en el bienestar y desarrollo de los empleados puede aumentar su satisfacción y retención, reducir los costos de rotación y mejorar la productividad.
Las organizaciones deben integrar los conceptos de gobierno ambiental, social y corporativo en su estrategia de negocios a medida que crece su importancia. Hacerlo mejora la sostenibilidad a largo plazo y la reputación de la marca, además de atraer a inversionistas con conciencia social.
Para integrar los conceptos de gobierno ambiental, social y corporativo de forma sistemática en la estrategia de la empresa, tome las siguientes medidas:
El primer paso para desarrollar una estrategia de gobierno ambiental, social y corporativo es hacer una evaluación de trascendencia. Esto significa priorizar las cuestiones relacionadas con el ESG que sean más importantes para la empresa y las partes interesadas.
Una evaluación de trascendencia ayuda a la empresa a priorizar los temas de ESG que requieren la mayor atención, recursos y acción. Así, podrá crear y gestionar los objetivos de ESG que sean más relevantes para la empresa y las partes interesadas.
Una evaluación de trascendencia implica:
Después de identificar las inquietudes trascendentales de ESG, una organización debe establecer metas y objetivos. Las metas dirigirán las acciones de la compañía y deben estar vinculadas a los objetivos estratégicos de la empresa. Para que las metas tengan impacto, deben ser cuantificables, realistas, relevantes y tener plazos específicos.
Tener metas y objetivos de gobierno ambiental, social y corporativo le permite a la empresa medir y reportar sus actividades de sustentabilidad. Al establecer las metas, considere los estándares de la industria, las expectativas de las partes interesadas y las restricciones legales.
Por ejemplo, una organización puede tener la meta de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en cierto porcentaje al llegar a un año específico, o aumentar la diversidad en la fuerza laboral. Establecer metas y objetivos de gobierno ambiental, social y corporativo apoya las iniciativas de sostenibilidad de la organización y permite a las partes interesadas dar seguimiento al progreso.
La estrategia de la organización debe identificar los riesgos y oportunidades de gobierno ambiental, social y corporativo. Esto consiste en evaluar los riesgos y oportunidades de gobierno ambiental, social y corporativo que posiblemente afectan las operaciones, la reputación y las finanzas de la compañía.
Las organizaciones pueden:
Si reconoce los riesgos y las oportunidades de antemano, el rendimiento, la sustentabilidad y la rentabilidad de su ESG puede mejorar de forma significativa.
El plan de acción de gobierno ambiental, social y corporativo es una guía que describe cómo la organización va a implementar las iniciativas relacionadas con el ESG. En él deben listarse las actividades, los plazos, las responsabilidades y los recursos necesarios para cumplir con las metas y objetivos de ESG que se definieron en la fase anterior.
Los planes de acción de ESG deberían:
La integración del ESG requiere involucrar a las partes interesadas para crear confianza, credibilidad, transparencia y cooperación. Las partes interesadas, como los inversionistas, consumidores, trabajadores, proveedores y la comunidad, deben estar involucrados en cada etapa. Su retroalimentación es vital, ya que puede hacer o deshacer los esfuerzos de ESG de una organización.
Involucrar a las partes interesadas implica explicarles las metas y objetivos de ESG de la organización, recopilar sus opiniones respecto a las actividades de ESG e informarles el progreso que ha habido en el ESG. Esta etapa también conlleva clasificar a las partes interesadas según su interés e influencia en la organización.
Puede involucrar a las partes interesadas comunicándose con ellas regularmente mediante encuestas, asambleas públicas y reportes de sustentabilidad.
Para asegurarse de adoptar prácticas empresariales sustentables y éticas, integre los principios en el proceso de toma de decisiones corporativo. Así, al tomar una decisión, se deberá examinar el impacto social, ambiental y económico.
Las organizaciones podrían incorporar conceptos de ESG en sus procesos de toma de decisiones de varias formas. Por ejemplo, un comité o grupo de trabajo encargado del gobierno ambiental, social y corporativo puede evaluar la consecuencia de las decisiones. Dicho comité debería conformarse por miembros de diferentes departamentos, incluido finanzas, legal, operaciones y sustentabilidad.
Además, los principios de ESG deben incluirse en los análisis de costo-beneficio y en las evaluaciones de riesgo. Es decir, se deben integrar los factores sociales, ambientales y económicos en estos marcos de trabajo para considerar las consecuencias de cada decisión.
Para que esto tenga éxito, los líderes deben priorizar las prácticas de negocio sustentables y éticas e integrar los criterios de ESG en la toma de decisiones.
El rendimiento del ESG debe medirse y reportarse a las partes interesadas para evaluar la estrategia de ESG de una organización. Medir y reportar el rendimiento de ESG implica:
Cuando se trata de sustentabilidad, Veritas tiene un gran interés en ser líder de la industria, como lo es en las operaciones comerciales.
Veritas cuenta con un exhaustivo programa de sustentabilidad para disminuir su efecto ambiental, promover la responsabilidad social y mantener una buena gobernanza. Además, estos esfuerzos están entretejidos en la toma de decisiones, las operaciones y la cultura de la compañía.
Las metas de Veritas en cuanto al gobierno ambiental, social y corporativo incluyen la eficiencia energética y la reducción de carbono. La empresa tiene grandes metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, mejora de la eficiencia energética y uso de energías renovables. Además, estamos actualizando nuestros centros de datos, infraestructura de TI, virtualización y sistemas de refrigeración para ahorrar energía. Dichos esfuerzos van acompañados de iniciativas para reducir los desechos, reciclar y disminuir los efectos ambientales de nuestra cadena de suministro.
Otra área que nos interesa es promover la responsabilidad social y mejorar las comunidades. La corporación apoya proyectos locales de educación, salud y medio ambiente a través de asociaciones sin fines de lucro. Veritas también promueve la participación y el desarrollo de los empleados, la diversidad y las prácticas corporativas éticas.
Claramente, los objetivos de gobierno ambiental, social y corporativo de Veritas demuestran su compromiso con las prácticas comerciales éticas y la sustentabilidad a largo plazo.
ESG significa gobierno ambiental, social y corporativo. Se refiere a un conjunto de criterios utilizados para evaluar el rendimiento de una empresa en estas tres áreas.
El ESG es importante para las empresas porque les ayuda a operar de forma sustentable y responsable, lo que puede mejorar el rendimiento financiero y la reputación, además de reducir los riesgos.
Las empresas pueden integrar los principios de ESG en sus estrategias haciendo una evaluación de trascendencia, definiendo objetivos y metas de ESG, identificando riesgos y oportunidades de ESG, desarrollando un plan de acción de ESG, involucrando a las partes interesadas y midiendo y elaborando informes sobre el rendimiento del ESG.
Estos son algunos ejemplos de objetivos de gobierno ambiental, social y corporativo que las empresas pueden tener: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, aumentar la diversidad e inclusión en el lugar de trabajo, mejorar la sustentabilidad de la cadena de suministro y promover prácticas de gobernanza éticas.